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El cielo más hermoso solo precisa de una pequeña nube para volverse la mayor tormenta de la historia.
El beso más profundo solo necesita un parpadeo para volverse el más amargo.
¿y el amor más sincero? él solo se basta para corromperse.
Lástima de corazón marchito que llora lágrimas grises en hondas yagas clavadas, deshace su piel en jirones, rompe su ilusión en montones.
Huracán de emociones que resbala por sus manos, etéreas de poder sostener tan dura sensación, tan cruel dolor.
Se acaba, se pierde, se va, se olvida. 

si me vuelves a echar, será de menos.

Amor, ternura, dulzura, sonrisas livianas, en su boca guardadas a expensas de una llamada para ser de nuevo, liberadas. Pero su voz fue perdiendo fuerza, ya no podía con tanto dolor, se le iba clavando tan dentro que no conseguía paliar ese latido feroz, se aferró a lo más hondo de su austero corazón, pero allí ya no encontró nada, ningún resquicio que la hiciera seguir avanzando por aquel camino pedregoso llamado desesperación, Su voz, de repente, se quebró, como se rompe un cielo gris antes de estallar la más voraz tormenta, llevándose por delante su débil existencia, sus párpados cayeron desolados, su corazón, murió hecho pedazos, rompió en llanto y se dio cuenta de que ya era demasiado tarde, ya no había nada que la invitara a seguir jugando, no solo había perdido la partida, sino que lo había perdido todo en esta, a veces desagradecida, vida. 

en un último intento alzó la mirada al cielo, y susurrando pidió al dueño del tiempo, que lo detuviera para ella, para ellos, su corazón,  no podía seguir latiendo.

coleccionista de sonrisas

Recuerdo el día que la acompañé hasta su casa, largo camino de confesiones prohibidas y miradas varias, sonrisas de contrabando que en mi corazón se estaban clavando, y entonces en un absurdo intento de llamar su atención, recordé que coleccionaba fotos en blanco y negro, porque el color, lo ponía yo, en mis recuerdos.
Ella me miró con esos ojos tan hondos y con un gesto de alegría me confesó que ella, era coleccionista de sonrisas. Inmerso en su bella extrañeza susurré en mi cabeza que eso era imposible, pero a ella, con tono hipócrita la animé, -¿y cuales son tus favoritas? murmuré
Entornó lo ojos, y sé, que en ese momento viajó a un mundo en el que ni yo, ni nadie podríamos soñar en llegar nunca, pero entre lineas llegué a comprender, que la afortunada no era ella por poseer las sonrisas de él, el afortunado era él, por dejar sus sonrisas en manos de ella, mi envidia emanó y resignado, la oí hablar durante horas,  y aunque nunca la escuché, en mi cabeza, quedó su imagen, su foto, en blanco y negro.

Se dejó llevar, sus pasos se seguían sin saber muy bien a donde se dirigían, miró de nuevo el reloj, entre el tic y el tac empezó a soñar. Se encontraba perdido en aquella ciudad, no sabía muy bien que hacer, que sentir, que pensar. En su cabeza una canción, notas, palabras, melodías, sentimientos, ¿y en su corazón? en su corazón una locura apareció, dejarse llevar, ¡comenzar a cantar! y allí se encontró, con dos, tres,VARIAS copas de más debajo de su ventana, con una guitarra desafinada en su mano, y mil poemas de amor en su corazón, En ella una lágrima apareció, seguida de una sonrisa que su cara, temerosa dibujó. Pero al  borracho se le olvidó, que ella era una loca enamorada y él, un loco soñador. 

I wish...

Se acercó temerosa a la fuente dejando que sus pupilas se clavaran en el agua cristalina que de allí caía, metió la mano en el bolsillo y con fuerza y voluntad cerró los ojos lo más fuerte que pudo, tanto, que le hizo llorar.

Empezaron a sucederse los recuerdos en su cabeza, risas, sonrisas, lágrimas y tormentos, besos, misterios, secretos e idilios, suspiros, te quieros, despedidas y lamentos, pero de entre tantos momentos, eligió uno en particular, un pensamiento que se le pasó por la cabeza cual estrella fugaz, entonces una tímida sonrisa reveló su boca, y entre esbozos y temblores, besó la moneda, ya sabía su deseo, ya sabia su promesa.

"ilusos y hoy arrojan, a las fuentes sus monedas, realistas que no dudan en mojarse y cogerlas"

PRINCESA

Hoy, quería gritar, reír sin parar, ponerse a llorar, hoy quería comer helado hasta reventar, hacer de su piedra corazón un dulce algodón, se cansó de aparentar, quería SOÑAR, ser una princesa, con castillos, dragones y doncellas, que alabaran su grandeza y a la vez su delicada extrañeza. Quería largos vestidos rosas, que la enviaran montones de flores, bombones y poemas, que la llevaran al baile de primavera y comer en el bosque tartas de fresa, quería ser dulce, quería ser bella...
Hoy, quería más que nada, una caricia lenta en su espalda, un abrazo y un te quiero, mi vida...
Hoy, quería más que nada, sentirse especial, importante, deseada...
Hoy, le quería a él, pero él no la quería a ella.

Que me lleve hasta el sol, que me llene de pasión, que por él daría mi vida y también mi interior.
Eso quiere el corazón.
Y por mucho que lo intente, ya no tengo la ilusión de seguir hacia delante y encontrar un gran amor.